El jueves 17 de septiembre en el Samsung Studio, el ajustadísimo power trío Armant -liderado por Simón Bosio- presentó oficialmente “Alas Abiertas”, su tercer disco. Con invitados de lujo y una sala casi colmada, la banda brindó un concierto muy intenso.
Apenas pasados quince minutos de las nueve de la noche, se corrió el telón del precioso Samsung Studio, en San Telmo, y allí estaban los Armant con todo dispuesto para la presentación oficial de su nuevo disco, “Alas abiertas”. Simón Bosio en guitarra y voz, Federico Trench en bajo, y Axel Stahler en batería conforman este grupo surgido en 2008, cuyo debut discográfico se produjo en el año 2011, con un álbum homónimo producido por Adrián Taverna.
Dos años después presentaron un EP de tres canciones, “Mal de cambios”, con producción a cargo de Alejandro Taranto. Este EP demostró que el sonido de la banda se había endurecido, acercándose más a propuestas de bandas como Carajo o Eruca Sativa. Esa mutación sonora respecto del álbum debut se consolidó aún más en el recién aparecido “Alas abiertas”.
Cinco temas al hilo del flamante material inauguraron la noche: “Alas abiertas”, “Factor de riesgo”, “Donde el tiempo calma”, “Hice caso sólo a tu sombra” y, con vientos a cargo de Jorge y Lucas de LaFunky Gómez, sonó en quinto lugar “En trance”. Ambos saxofonistas permanecieron en el escenario para hacer junto al trío la gran “Cruce de caminos”, del primer disco. “Bordeando el límite” -también de la primera placa- sonó antes de “Circular”, una de las mejores canciones de “Alas abiertas”. Christian ‘Krusty’ Silvosa, de La Magnísima Gronda, aportó teclados en “Dos cuerpos”, que llegó promediando el set list.
Ya en la segunda parte del show, sonó una bonita versión de “Jazmín”. “Estuvimos escuchando mucho a Pink Floyd”, ironizó Bosio al terminar la canción, de aires bluseros y psicodélicos. “Deshacer”, que incluyó la guitarra enfermiza de Fico, de Massacre, volvió a levantar la temperatura. De aquí en más, ya no hubo tiempo para el cuelgue: todo fue palo y a la bolsa.
“¿Quién está para algo de ‘Mal de cambios’?”, preguntó Federico, el bajista, y enseguida llegaron “Paso el alquitrán” y “Flor que espera”, ambas canciones pertenecientes a aquel trabajo. Varias veces durante el concierto, los músicos agradecieron a todos los presentes por el apoyo, y expresaron lo bien que la estaban pasando sobre el escenario. “¿Hay algo más lindo que festejar en familia?” dijo Simón antes de presentar a Zeta Bosio, su padre, quien se colgó el bajo para “Evitando la razón”. Este fue sin dudas el punto más alto de la noche, con padre e hijo unidos en y por la música. Pero todavía quedaba más.
Se nota que Armant trabaja mucho en su propuesta. Suenan ajustadísimos, ejecutan con gran soltura sus instrumentos, y disco a disco van poniéndose más ambiciosos. Tweety González, productor del último álbum, aportó un nuevo aire al sonido del grupo, cuyas principales influencias son bandas como Led Zeppelin, Deep Purple, Divididos o Jimi Hendrix. El cierre del concierto tuvo un guiño a algunos de estos artistas. “Voodoo Child”, clásico de Hendrix perteneciente al majestuoso “Electric Ladyland”, de 1968, fue intervenido con algunos compases de “Whole Lotta Love” y de “Moby Dick”, ambos del segundo disco de la banda de Page y Plant. De esta manera, el trío cerró su presentación más importante hasta el momento.
Una hora y veinte de concierto alcanzó para mostrar que, a pesar de ser una banda muy joven, Armant parece estar definiendo su estilo y encontrando su lugar dentro del panorama musical argentino.
by Agustín Piermattei
PH: Cortesía de Agustín Dusserre
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