Disco recomendado del mes

“Desayuno en Ganímedes”

                                               de Guillespi & Daniel Melero

En algún punto de la galaxia musical, Gillespie y Daniel Melero se juntaron para darle forma a “Desayuno en Ganímedes”, un disco que, si bien no es un proyecto concebido desde cero entre los dos, los encuentra uniendo sus talentos.

 

 

Ganímedes es la mayor luna del Sistema Solar. Además, tiene un gran océano subterráneo, que supera diez veces la profundidad de los que se encuentran en nuestro planeta, y es el único satélite que cuenta con un campo magnético propio. Es, también, el título del instrumental que inicia el viaje por el universo común de dos artistas con mucho de iguales y de opuestos.

¿Cómo se origina tan particular colaboración? Según el trompetista, “el encuentro casual con Daniel Melero, a quien admiro, determinó que trabajáramos justos en este material. Melero me dijo ‘Enviame lo que grabaste, incluso aquellas cosas que no te gustan o te avergüenzan’. Fueron horas de éxtasis musical”.

El disco es, oficialmente, de Gillespi. Pero Melero oficia de productor artístico y colabora con teclados y voces. Ayuda y deforma, ordena y destruye. Ambos comparten la evolución de las canciones más que su creación. «Ahí está mejor… ahí está perfecto«, exclama una voz multiprocesada tras cámaras de eco y los mil y un efectos en “Moho”, la primer colaboración autoral de ambos músicos que aparece en el disco.

Una de las particularidades del álbum es que, aunque no forme parte de los créditos compositivos, la impronta de Melero se nota a primera escucha. No está su firma en “Asimov”, pero esa corriente de sintetizadores difícilmente pueda oírse en otro disco de Gillespi que no sea este. Él deja que Daniel haga y deshaga sobre sus canciones, casi como si se tratara de un ejercicio lúdico. «Soy tan», con el aporte de Julián Medialdea en guitarra, desborda de adjetivos calificativos mientras que el sonido de la batería, a cargo de Paul Thielen, recuerda al de los Rolling Stones modelo “Voodoo Lounge” o “Bridges to Babylon” (particularidad que se repite en el octavo track, “Me gusta así”, también con Melero en la voz).

Además de Thielen, el dúo suma a Yuliano Acri en teclados, quien también firma como compositor en varias canciones (entre ellas, la genial “Voodoo”). Es, por otra parte, una obra que abarca diversos estilos. Convive el jazz más clásico de “Hola”, con el aire suave y dulzón de “Jobim”, junto al trip-hop que propone “Hotel”. “Es el disco más libre que grabé en mi vida, y el comienzo de una nueva forma de ver la música”, destacó el trompetista en la gacetilla que acompaña al lanzamiento.

“El Mulkurul”, con sus aires épicos, y “Hoy”, suite de ocho minutos y medio que cierra el disco, son quizá las mejores canciones de “Desayuno en Ganímedes”. En la primera, hay un clima de tensión generado desde los teclados que es acompañado por una soberbia interpretación de Gillespi. En el último track, en cambio, el trompetista deja su instrumento característico para sentarse al piano y registrar una pieza sutil, hipnótica, que corona un álbum que necesita de varias escuchas para ser digerido, pero que tiene mucho para ofrecer.

by Agustín Piermattei

agustin@musicasincomprimir.com.ar

 

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+ INFO

http://www.ultrapop.com.ar/Gillespi-con-Melero.html