El sábado 1º de noviembre, en el Estadio Malvinas Argentinas, tuvo lugar el Festival Clandestino, el primero de una serie de 10 eventos que tendrán como objetivo festejar la primer década de las Fiestas Clandestinas y cautivar con la mejor música a todos los amantes del rock y del reggae.
Una docena de bandas de primerísimo nivel se presentaron en los escenarios “Sin Marca” (Al aire libre) y “Sin Sponsor” (Cubierto) del complejo de La Paternal, de las que ahora te vas a enterar.
Los encargados de abrir el festival fueron los chicos de El Buen Salvaje que, a las 3 de la tarde y en el microestadio techado, compartieron con nosotros su hard rock progresivo con destellos psicodélicos. Aún no había mucha gente en el predio, pero más adelante iban a salir nuevamente a escena, minutos antes del comienzo de Las Pelotas, con una gran cantidad de gente observándolos.
El mismo escenario recibió unos minutos más tarde a los mejicanos de Descartes a Kant, quienes estaban vestidos con unos extraños trajes negros de estilo gótico y expusieron un delirio sonoro difícil de explicar. Sea como sea, fue más que interesante ver a esta banda que ya lleva 12 años en el ruedo y que en vivo son una experiencia incomparable a cualquier otra.
Al tiempo que promediaba el set de la única banda internacional que se presentó en el festival, Brancaleone se encargaba de inaugurar el escenario al aire libre con un poderoso show que combinó rock con estilos autóctonos como el folklore, el carnavalito y la chacarera. Estuvieron tocando temas de toda su discografía y fueron acompañados por una gran cantidad de fanáticos.
La tarde siguió con el show de Los Rusos Hijos De Puta, una banda de rock pero con actitud 100% punk. En vivo sonaron con un salvajismo y descontrol muy particulares, una especie de oda a la demencia, lo que los convierte en una verdadera gema de la escena under local. Luego del show, Los Rusos nos contaron que en los próximos meses saldrá a la luz su primer disco larga duración, “La rabia que sentimos es el amor que nos quitan”.
Luego llegó el turno de Melián, quienes con su post-hardcore al palo atrajeron a la mayoría del público presente en ese momento. Presentaron canciones de sus discos “Entre Espectros y Fantasmas” y “Semper Fidelis”, así como también de “Epitafios”, última placa de este grupo que viene recibiendo muy buenas críticas.
El desfile rockero continuó con Bulldog, que acompañados por el pogo constante una buena cantidad de fieles seguidores, demostraron por qué luego de 25 años siguen siendo uno de los principales exponentes del punk rock nacional. Con un set plagado de clásicos, lograron dejar satisfechos a propios y ajenos.
Mientras tanto, en el escenario principal se presentaba Jeites. Con vestimentas coloridas, narices de payaso y las caras pintadas irradiaron alegría durante una hora seguida. Estuvieron tocando temas de “Disco Azul” y “Disco Naranja”, un material atravesado musicalmente por un marcado estilo propio de fogón bien criollo.
Casi sobre el final de Jeites arrancó a tocar en el “Sin Sponsor” una de la bandas más convocantes de este festival, Massacre. Con un Walas encendido, probándose una infinidad de sombreros y haciendo encuestas a la gente como “¿A quién prefieren: Peter Capusotto o Peter Alfonso?”, estos legendarios del rock nacional no dejaron hitazo sin tocar. “Tanto Amor”, “La Octava Maravilla”, “Te Leo Al Revés” y hasta un cover de “Crua-Chan” de Sumo deleitaron a la monada ávida de Rock&Roll en un set sencillamente perfecto.
Ya bajo una leve garúa, Salta La Banca se hizo presente en las tablas al aire libre brindando un espectáculo digno de una agrupación que no deja de crecer. En la conferencia de prensa del festival concedida hace un mes, Santiago Aysine (voz) no podía creer compartir un sillón con figuras de la talla de Fer Ruiz Díaz o Germán Daffunchio. Pero el sábado, SLB se encargó de demostrar que no le pesa la tarea de participar en un festival con los grandes del rock nacional. Excelente performance que hizo bailar, cantar y saltar a todos los afortunados que allí se encontraban.
Más tarde, y ya sin que las bandas se pisaran entre sí, la totalidad del público pudo presenciar el tremendo recital que nos regaló Carajo. ¿Qué puede decirse de un grupo que, tras 14 años de trayectoria, posiblemente esté en uno de sus mejores momentos? Que en vivo suenan como pocos, que tres tipos son más que suficientes para hacer saltar y cabecear a 10.000, que las denominaciones “rock” o “metal” no alcanzan para describir las variables melódicas que Carajo puede abarcar. Todo queda chico después de la lección rockera impartida por esta incomparable banda independiente. Luego del show pudimos charlar con “Corvata”, “Tery” y Andrés quienes nos adelantaron “en el 2015 ya estamos pensando en componer, siempre nos lleva un año reunir canciones, hacer demos y tener la idea clara de lo que va a ser un próximo álbum así que ya estamos entusiasmados con eso”.
A las 21:30 la llovizna y el viento helado se incrementaban, pero la enorme cantidad de gente reunida ni pensaba en moverse de su lugar. Las luces estaban completamente apagadas y podía escucharse una guitarra gimiendo agudamente. De repente la batería empezó a sonar, la marea de personas comenzó a saltar y los primeros acordes de “El Grito Después” provocaron el estallido de todo el campo. Catupecu Machu ya se había apoderado del “Sin Marca”. Durante el set tuvieron una gran cantidad de artistas invitados, ya que los integrantes de Sick Porky participaron en “El Mezcal y La Cobra”, Las Pelotas subieron para tocar en “Magia Veneno” y, Hernán Langer y Andrés Vilanova de Carajo compartieron el cierre del show interpretando “Y lo que quiero…”, “Eso Vive” y “Dale”, donde un pogo masivo hizo temblar las instalaciones.
El Buen Salvaje se encargó de tocar nuevamente mientras se ponía en condiciones el escenario principal y a las 23:10 todos estaban más que listos para recibir a los encargados de ponerle el broche de oro a este Festival Clandestino. Había llegado el turno de ver a Las Pelotas cerrar la noche con un recital que duró casi 2 horas y donde pareció que la lluvia y el frío no le importó a absolutamente nadie. En él, hicieron un exhaustivo repaso de su discografía donde sonaron temas inoxidables como “Sin Hilo”, “Hola, ¿qué tal?” y “Corderos en la Noche” como también algunas canciones más recientes como “La Semilla”, “Siempre Estarán” y “Personalmente”. También tuvieron tiempo de recibir invitados de lujo ya que Fernando Ruiz Díaz retribuyó la buena onda acompañando a Daffunchio en las voces de “Capitán América”, mientras que Walas de Massacre se sumó a “Shine”, en lo que fue el cierre a todo trapo del Festival Clandestino de Cultura Rock y Reggae.
Así pasó esta verdadera celebración de la música que lleva como estandarte el espíritu independiente. Pero lo mejor es que este fue sólo el primero de los diez festejos que las Fiestas Clandestinas nos tienen preparados. Estaremos atentos a los nuevos eventos y por supuesto, te vas a enterar de todo acá, en Música Sin Comprimir.
Crónica: Ezequiel Allen
Fotos: Felixa Makabra.
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