Una noche a puro punk fue la que se vivió el pasado viernes 20 en Groove del barrio de Palermo, en el marco de una nueva Fiesta Clandestina. La jornada contó con tres bandas más que representativas del género (todas con una nutrida trayectoria dentro de la escena) y que tuvieron presentaciones con varias particularidades.
El primer conjunto protagonista fue Embajada Boliviana, fundado en La Plata allá por 1992, y que desde hace unos años da recitales muy peculiares. Debido a un problema auditivo de su cantante, Julián Ibarrolaza, que no le permite exponerse a sonidos muy elevados (y que en su momento los llevó a hacer un parate), sus shows se dividen en una parte acústica y otra eléctrica, esta última con otro vocalista (Juan).
La primera parte (de un nivel de notable intimidad con el público) tuvo al disco “Las mejores canciones del mundo” (2016) como centro, con éxitos como “A veces”; “Perfume de Chivilcoy”; “Amor eterno”; “Moustros” y “Todavía”. La segunda, ya mucho más agitada, tuvo una mezcla de hits de su trayectoria como “No tengo nada”; “Pájaros en la ciudad”; “Pateando basura”; “Pobre corazón”; “Pedro y Juan” y “Memorias de guerra” (de lo más cantado).
Más tarde, Expulsados hizo lo suyo, con la presentación de “Suicidas y sicarios”, su álbum lanzado a finales del año pasado y que tuvo muchas complicaciones en su producción, pero que finalmente vio la luz. De él se desprendieron tracks como “Barco a Marruecos”; “Prostituta de Vietnam” o “Cien números” (primer corte de difusión).
Sin embargo, no faltaron los temas más conocidos de su carrera, como por ejemplo “Se fue a Berlín”; “Nada cambió mi amor”; “Llueve el jueves”; “Quién soñó en tu almohada?”; “Enfermera vudú” o “Mi novia es un zombie”, entre otros. Siempre con la figura clave de Sebastián Expulsado, su vocalista, por demás activo y agradecido con los espectadores.
El cierre de la fecha estaría a cargo de una de las bandas con más camino recorrido dentro del ámbito del punk rock nacional: Cadena Perpetua. Previo a que tocaran y a modo de introducción, la pantalla de Groove reflejaba el trailer de lo que será “No mires al cielo”, la película que repasa los 25 años de historia de la banda, que tuvieron como festejo y pico en su historia la actuación del año pasado en el Luna Park.
Casi sin respiro (una constante de su presentación, algo que le dio la cualidad de intensa), Hernán Valente (voz y guitarra); Eduardo Graziadei (bajo y voz) y Damián “Chino” Biscotti (batería) dieron inicio a su setlist, con canciones como “Si me ves”; “Dispara”; “Culpables”; “Los miserables” o “Imperialista”, por ejemplo. A esa altura de la ya madrugada, el recinto explotaba de gente, lo que potenciaba aún más el calor, tanto desde el aspecto temperatura como desde la intensidad con la que los fans vivían cada momento.
También, dijeron presente algunos de sus cortes más populares como “Desde el infierno”; “De más”; “Sigo acá” o “Algo personal”, intercalados con temas como “Malas costumbres”; “NN Un jubilado”; “No quisiera quererte” o “Mutante”. Entre tanta adrenalina vivida (evidenciada en la empapada camisa de “Vala”, el vocalista), se tomaron un instante de la velada para demostrar su apoyo y solidaridad con los despedidos de AGR-Clarín, con una bandera que provino desde el público.
Para concluir esta gran Fiesta Clandestina (que los tendrá nuevamente el 27 de febrero junto a Satan Dealers), el trío optó por “Panorama”; “No mires al cielo” y “Sobrevivir”, para ponerle el broche de oro a una noche donde el punk rock fue el gran protagonista, con tres grandes exponentes.
by Alan Pomian
alan@musicasincomprimir.com.ar
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