Sonidos cercanos a la madera y muy emparentados a los ritmos americanos fueron los que invadieron el auditorio de la Usina del Arte en el barrio de La Boca este jueves 2 de marzo por la noche, cuando Hoppo!, el proyecto en paralelo del mexicano Rubén Albarrán (más conocido como frontman de Café Tacvba) vino a presentar “Te vas al sur”, su más reciente trabajo, con entrada libre y gratuita.
Pero no estuvieron solos, ya que fueron invitados artistas nacionales, que exhibieron sus más que interesantes propuestas ante un público que llenó el recinto.
Por ejemplo, la reconocida actriz Carolina Peleritti, ahora cercana folklore, interpretó tres canciones populares de este género: “Vamonos vida mía”; “La plumita” y “Clavelito tilcareño”. Los últimos dos temas contaron con la participación del legendario Jaime Torres en el charango, que acompañó de gran manera la grave pero dulce voz de la cantante.
También, Juanito El Cantor siguió la línea acústica con su guitarra (con un compañero en percusión), pero quizás más familiarizado con el pop. “Ay, mi gorrión”; “El mundo que quisiera” y “Conejos” (con la colaboración de Licina Picón, amiga del joven) fueron los hits elegidos para dar un panorama de su material, plasmado en dos discos hasta el momento.
Pero, finalmente, había llegado el momento de que Hoppo! (fundado en 2010) haga lo suyo en el escenario, incentivados por la cálida y ruidosa bienvenida que le dieron los espectadores. Lo primero en llamar la atención fue la vestimenta de Albarrán, una especie de yukata o kimono rosa con diseños típicos de culturas del altiplano,
que hizo juego con los rodetes que llevaba en su pelo (una característica ya clásica en él la de usar prendas extravagantes, como cuando en su otra banda usaba un pasamontañas con una cresta tejida).
Carlos Icaza (batería); Rodrigo “Chino” Aros (flauta y sitar); Giancarlo Baldevenito (bajo) y Juan Pablo “Muñeco” Villanueva (guitarra) completan el conjunto mexicano-chileno, que arrancó con tracks del flamante EP que vinieron a difundir, tales como “El huachito”; “Surlandia” o “La veta”. “Un apapacho al alma” fue lo que el grupo esperaba transmitirle a los presentes a través de sus letras, expresado por ellos mismos.
El vocalista (por demás activo) se tomaba, en los intervalos, el tiempo para explicar las temáticas de algunas de las canciones que siguieron: “El sentir” (sobre el consumo de carnes y el sufrimiento de sus víctimas); “Amor animal” (para las mascotas) o “Vaso de vino” (disfrutar la vida), entre otras. Además, antes de que comience “Mariposa de luz”, hizo hincapié en el álbum de donde se desprende, “Ollin rollin”, con la anécdota de que el título surgió a partir de un grafitti que vieron en la calle y que mezclaba el ollin (símbolo precolombino similar en significado al Ying Yang) con la característica lengua de los Rolling Stones.
Los picos altos de la velada se dieron con dos interpretaciones: “Wakantanka” (con algo así como la superación personal como mensaje), donde espectadores de todas las edades se sumaron a bailar en el escenario tras la invitación del cuarteto, y el cover de “Alfonsina y el mar”, que desembocó en la ovación de la gente, luego del respetuoso silencio para no interrumpir la ejecución.
Para el final, optaron por “Las melipeucas”; “Nostalgias” y “Zamba de Valderrama” (otra reversión), y así concluir una gran noche, con un clima alegre, distendido e íntimo por momentos, lo que dejó a los fans con ganas de más. Difícil de superar en la gira que los llevará por nuestro país, ya que Hoppo nos transportó al sur con su música, para dejar una huella irrepetible en la Usina del Arte y en nuestra memoria.
by Alan Pomian
alan@musicasincomprimir.com.ar
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