El frío quería meterse de lleno en los cuerpos de aquellas personas que esperaban en la puerta de Zadar Club (Av. Mitre 6675). Insistía, quería resfriarnos el muy guacho, pero los cánticos y pedazos de canciones sirvieron como fogata para poder calentar los corazones de unos cuantos que clamaban por entrar. Una vez adentro, el corazón latía cada vez un poquito más fuerte, y no era taquicardia, no. Eran las ganas de ver a Jauría, que volvía al sur y, por lo que se podía escuchar en la prueba de sonido, iban a demoler. Tal vez se volvió un poco larga la espera. Pero dejó de importar todo cuando Pertusi, Fajardo y Ambesi x 2 aparecieron por detrás del telón, a cara de perro (literal). Los mestizos estaban rabiosos.
Presentaron una lista de temas bastante amplia, comenzando con “La Guerra en las Galaxias”, “Lanzallamas” e “Indios Kilme”, uno de los clásicos que más a flor de piel llega en el sur. Y la multitud comenzó a enloquecer para no parar hasta después del show, siendo un tema tras otro, de lo más festejado. Resultan siempre interesantes las intervenciones de Ciro entre tema y tema, que van desde, por ejemplo, recordar por qué habían escrito tal o cual canción (como el caso de “Vórtice”, de Attaque 77, que surgió por el destino trágico que sufrió una fanática del por entonces cuarteto), o tirar un simple “A ver si se acuerdan de esta…” para luego reventar todo. Tal vez una de las más recordadas fue aquella en la que se imaginaba a él mismo de viejito (“A los 77 años” tiró) revoleando los implantes dentales cual poncho de La Sole (¡sic!)
Pasaron “Religionaré”, “Cambios”, y el ya legendario frontman seguía bromeando con la gente y sentía el cariño que recibía. Lo sentía y lo disfrutaba, se le notaba en la cara. Ray se sorprendía por la energía que circulaba esa noche, y así se lo comentó por lo bajo al ex A77aque . “Niño de Cristal”, “Adiós a Dios”, “No Pertenecemos” y “Frente al espejo” (Attaque 77) siguieron engrosando la larga lista de temas para el eterno agradecimiento de todos. Como dato de color, cuando arrancaba «No Pertenecemos», un perro salió de en medio del público para ver el show desde atrás de todo. ¿o te pensabas que solo seres humanos iban a ver a Jauría?
Por supuesto, en toda lista de temas siempre falta alguno, y se tradujo, en algún que otro “podrán pasar mil años/ verás muchos caer…” aunque realmente no hizo falta que suene “Donde las Águilas se Atreven” (más allá de todo lo que significa la laureada composición de Pertusi) ya que siguieron dejando su impronta con “Morgue Corazón”, “La Jauría”, “Otras Canciones” (Attaque 77) (¿Querían otro himno? Ahí lo tenían nomás) e incluso con un popurrí bien mezcladito compuesto por “A Dónde Está la Libertad” (Pappo) + “La Bestia Pop” (Redondos) + “Prófugos” (Soda), todo un lujo. Tampoco faltó “El Poder Nuestro Es”, que sacó algunas lagrimitas por ahí porque, seamos honestos, por más duro que se quiera hacer uno, se le mueve el corazón si escucha un tema de Dragon Ball Z. Lamentablemente el show estaba llegando a su fin pero vaya si se despidieron con todo, tocando “Colores en el Viento” y “Siempre en Vanidad”, el público los despidió con una ovación…y aullidos.
by Lucas Boltrino
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