La Fiesta Clandestina tuvo una nueva edición el pasado viernes 21 en Groove del barrio de Palermo, en este caso con dos bandas que claramente mostraron el grato presente de la escena nacional del rock, acompañado de un nutrido y efervescente público.
La primera de ellas fue Octafonic, de la mano de Mini Buda, su más reciente trabajo, de donde se desprendieron interpretaciones como el que le da nombre a la placa; “God”; “Sativa”; “Nana nana” (donde su vocalista y encargado de sintetizadores, Nicolás Sorín, hizo interactuar al público con algunos juegos) o “What?”, para el cierre de su show. Sin embargo, no se olvidaron de su primer álbum, Monster, de donde tocaron tracks como “Plastic”; “Wheels” (con la aparición de Lula Bertoldi de Eruca Sativa para un visceral grito final); “Mistifying”; “Fool moon”; “Monster” u “Over”.
Pero, quizás, el momento más particular fue una canción estreno, en un ritmo atípico a lo que se había escuchado del octeto. Al son de la cumbia, el conjunto mostró este nuevo hit, que posee la llamativa característica de incluir frases o lunfardos típicos de este género en nuestro país (proyectadas en las pantallas), pero en el inglés que los caracteriza en sus composiciones.
Para destacar las actuaciones de su frontman, siempre activo; el guitarrista Hernán Rúpolo, con el gran nivel que lo caracteriza; y Ezequiel Piazza, con su poderosa batería.
El otro protagonista de la noche fue Mustafunk, con Lados G como flamante material, del que reprodujeron temas como “Pelado”; “Supermeeen”; “Sorete” o “Chopha”, sobre todo en la primer parte del show. Sin embargo, Laboro chamanik (2016) tuvo una mayor relevancia con éxitos como “Monos”; “Yogurt”; “Tiro feliz”; “Sapo rey” o “Ciudad albinogólpica”, entre otros.
Como momentos especiales, valen destacan una funky versión de “Dale!” de Catupecu Machu, además del anuncio de de un nuevo e importante recital en El Teatro de Flores, para el 4 de noviembre, previo a que suene “Pimp my ride”. Siempre con un notable desempeño de los músicos del quinteto, sobre todo de Camila Marinelli (batería); Agustín Pettinato (bajo) y la excéntrica figura de Martín Pedernera, con su vozarrón y humor en el escenario.
Para el último e intenso tramo, optaron por “Mambo negro”; “Salpica”; “Fever”; “Juan” y “Mr. Lewis”. Pero el cierre quedaría a cargo de “Turviolencia”, para darle el broche de oro a esta vívida jornada donde quedó reflejado que el rock nacional sigue más vivo que nunca, en esta ocasión a través de la fiesta que brindaron Octafonic y Mustafunk.
By Alan Pomian
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Fotografía gentileza de Marcos Dietz
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