El pasado sábado 5, Richard Coleman se presentó en La Trastienda Club, como siempre acompañado por su grupo, el “Trans-Siberian Express”, integrado por Gonzalo Córdoba en guitarras; Daniel Castro en bajo; Bodie Datino en teclados, guitarras y pandereta; y Diego Cariola en batería.
“Siberia Country Club” fue el primer trabajo en solitario de Richard, luego de integrar Fricción y Siete Delfines. El disco, aparecido originalmente en 2011, fue reeditado con bonus tracks hace un mes, después de estar descatalogado durante algunos años. La vuelta a la vida (o mejor dicho, a las disquerías) de aquel trabajo se vio reflejada en la lista de temas del show. Las primeros cinco canciones de la noche fueron de “Siberia…”, arrancando con “Jamás”, para enseguida interpretar “Normal” –mención de honor para el gran Gonzalo Córdoba, que hizo un solo de guitarra notable-, “Jardines líquidos”, “’Cosas’” y “Es tres”. El sonido, como siempre en manos de Adrián Taverna, arrancó un poco confuso pero se fue acomodando, siempre manteniendo un volumen infernal.
“Hoy no estoy muy charlarín (sic)… Es un día especial, mejor no hablemos”, avisó Coleman antes de “Prohibida”. Es que el calendario marcaba un año y un día desde la desaparición física de Gustavo Cerati, su gran amigo durante casi tres décadas, y el ánimo no era precisamente el mejor. En junio de este año, Richard comandó un homenaje a Cerati en el Planetario, y el día a anterior a este show en La Trastienda participó en el tributo sinfónico al ex Soda Stereo, que se realizó en el Centro Cultural Kirchner, con producción artística a cargo de Tweety González y la dirección orquestal de Alejandro Terán.
Si bien no hay novedades de un próximo disco a corto plazo, Richard anunció que en noviembre grabará un DVD en vivo en el teatro Vorterix. “Queremos que el poder de esta banda quede registrado”, afirmó. El último disco de Coleman hasta la fecha es “Incandescente”, editado en agosto de 2013, álbum que le trajo un reconocimiento unánime de prensa y público, y le permitió llegar al Teatro Ópera, en septiembre de 2014.
Para que cada show sea especial, Richard siempre tiene un as bajo la manga: una canción que hace años no interpreta, un cover, o la presencia de algún invitado que potencia la firmeza del ‘Trans-Siberian Express’. El show de La Trastienda tuvo todo esto. “El corazón de los amables”, joya poco conocida de Siete Delfines, sonó en una versión a guitarra y voz. Richard también revisó y homenajeó a sus influencias europeas, interpretando “Computer World”, perteneciente al grupo alemán de música electrónica Kraftwerk (el nombre del grupo que acompaña a Richard deriva de uno de los discos de esta banda, “Trans-Europe Express”, de 1977), que puso en movimiento a toda la audiencia.
Después de «Turbio elixir» llegó el turno del invitado de la noche: Roly Ureta. Viejo compañero de Coleman, Roly –que al igual que el bajista Daniel Castro, integró la segunda formación de Fricción y grabó el excelente “Para Terminar», aparecido en 1988– sumó su inconfundible guitarra en “’Héroes’” (de David Bowie), “Amar con lástima” y “Enjaulados”. Fue un momento de mucho disfrute, arriba y abajo del escenario. La euforia que generó esta mini reunión de la banda fue tal que hasta los propios músicos parecían sorprendidos. ¿Habrá más Fricción en el futuro? Esperemos que sí.
“Hamacándote”, sirvió de respiro antes de volver a reventar los parlantes con “Tuyo” –de Siete Delfines– y “Fuego”. Tras unos minutos, Richard volvió a salir al escenario, dando comienzo a los bises con “Cuestión de tiempo”. Después llegó “Bajando el río”, versión en español de “Down By The River” de Neil Young, que reconfirmó la facilidad de Coleman para readaptar canciones del inglés al español sin perder musicalidad ni estilo. El punto final a una noche inolvidable fue, precisamente, “Memoria”.
El concierto fue una demostración fehaciente de que Richard Coleman atraviesa un gran momento. En su show hay lugar para los homenajes a sus propios ídolos (Bowie, Young, Kraftwerk), pero también para repasar sin culpas su propia obra con Siete Delfines y Fricción. El presente lo encuentra firme en su rol de líder, secundado por grandes músicos, que lo entienden y acompañan en su búsqueda artística.
by Agustín Piermattei
Ph: Cortesía de Camila Corrales – Facebook –
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