Vamos a imaginarnos la noche del 31 de Octubre como una camisa con solamente cuatro botones, todos abrochados. El primer botón lo desabrochó Zorro Viejo, que no perdieron ni el Seguir leyendo…
Vamos a imaginarnos la noche del 31 de Octubre como una camisa con solamente cuatro botones, todos abrochados. El primer botón lo desabrochó Zorro Viejo, que no perdieron ni el Seguir leyendo…