Disco recomendado del mes
“Y lo dejamos venir”
de Andrea Alvarez
En “Y lo dejamos venir”, su mejor disco hasta ahora, Andrea Álvarez se asienta como compositora, reinventa su sonido y homenajea a Gustavo Cerati.
Poco queda hoy de aquel debut discográfico solista, homónimo y de 2001, que estuvo dominado prácticamente por la percusión. Es que, si bien fue eso lo que Andrea Álvarez le aportó a bandas como Memphis La Blusera, Los Visitantes o Soda Stereo, su sonido 2015 es crudo y valvular, como queda demostrado en el flamante “Y lo dejamos venir”.
Con más de tres décadas dedicadas a la música, la carrera de Andrea comenzó en 1980, cuando formó el grupo Rouge junto con María Gabriela Epumer y Claudia Sinesi. Acaso la primera banda de rock femenina de la escena nacional, Rouge fue el germen de Viuda e Hijas de Roque Enroll. Pero Andrea prefirió tomar otro rumbo y se fue a vivir a New York, en donde trabajó de niñera. Algunos años después, y luego de un encuentro fortuito con Charly García, decidió regresar a Argentina y al poco tiempo consiguió integrarse a Soda, con quienes compartió escenario entre 1989 y 1991. Apenas abandonó el grupo de Gustavo Cerati, Andrea recibió el llamado de Ricardo Mollo para unirse, por un puñado de fechas, a Divididos. Fue cuando el baterista del trío, Federico Gil Solá, tuvo que alejarse de los escenarios para recuperarse de un accidente doméstico.
A principios de 2000 y luego de haber cerrado el capítulo Pulsomadre -un grupo de ritmos que duró muy poco-, Andrea comenzó a trabajar en su LP debut, editado de forma independiente al año siguiente. Luego de ese disco, sus intenciones estéticas se irían encaminando hacia el rock and roll más crudo. El segundo trabajo, “Dormís?”, evidenció la evolución compositiva y de producción, aunque el gran salto se dio en 2008, cuando Jim Diamond, productor de The White Stripes, se encargó de hacer lo propio en “Doble A”, tercer disco de Andrea.
Pero “Y lo dejamos venir” plantea un nuevo viaje, otra búsqueda. Los músicos que acompañan a Álvarez en esta aventura son Tomás Brugués en guitarras y Lonnie Hillyer en bajo. Andrea y el bajista, además, fueron los productores artísticos. El resultado es un disco que no da respiro, que prácticamente no baja los decibeles. Canciones como «Vende humo» (¡ese comienzo!), «Lastima todo» o «R U fking with me?» golpean duro de entrada.
“Dame algo”, uno de los mejores temas de la placa, se destaca por el impecable trabajo de guitarras a cargo de Brugués. Lo mismo ocurre en “Se pudre todo” y en “Tóxico”, donde el aporte de Hillyer también es fundamental para lograr esa base tan sólida que distingue a la canción. Andrea, como vocalista, también parece haber encontrado su punto justo en este trabajo.
El sonido es el otro gran capital del álbum. Es claro y definido pero ruidoso a la vez, al mejor estilo Jack White (músico admiradísimo por Andrea). Otra particularidad de este disco es que es el primero que Álvarez compone desde la guitarra. Todo lo anterior surgió desde la batería, pero luego de tomar algunas lecciones, Andrea se las ingenió para crear estas canciones desde la viola.
Para el final, un homenaje a Gustavo Cerati. “Despertándote” se diferencia del resto del disco por su carácter reflexivo y melancólico. Lo poderoso aquí es el mensaje, la letra, que intenta ser una despedida a quien fuera su amigo y su compañero musical. “Despertándote” se comenzó a escribir apenas Cerati cayó en coma, en 2010, y se terminó de redondear luego de su muerte, en 2014.
En resumen, “Y lo dejamos venir” es un disco distorsionado, con bases muy al frente, que se erige como un punto de llegada, luego de una búsqueda sonora de varios discos. Entre este último álbum y el anterior pasaron siete años, y si bien la espera valió la pena, ojalá lo próximo no se demore tanto.
by Agustín Piermattei
agustin@musicasincomprimir.com.ar
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