Era es será (Barco)

Disco recomendado del mes

 «Era es será»

de Barco

 

Una de las bandas revelación de los últimos años lanzó su 2º LP: Era es Será. Ya sin desapego por la distorsión y buscando hacer canciones tanto narrativas como sensoriales que los llevó a estar nominados como “Mejor álbum grupo pop” en los recientes Premios Gardel. Por eso, en esta reseña, vamos a tratar de averiguar por qué navegar a la deriva nunca fue tan dulce.

 

 

Los Barco anclaron en las tierras del rock con un EP debut, Ultraliviano, en 2011. A partir de ese momento todo fue risas para este cuarteto. A mitad de camino entre Virus y Soda Stereo, con una alta dosis del indie pop argentino de los 90s, y con una impronta rockera que va in crescendo desde su primer álbum hasta hoy, la banda de Ale Alvarez transita por sus mejores días a la vez que resulta inclasificable para los cánones de la industria.

A fines de 2016 salió a la luz su segundo álbum, «Era es será» nuestro «disco del mes» y sucesor de «Antes del desmayo», la placa de 7 temas que lanzaron en 2013. «Difícil de ordenar en una batea» o «por suerte existe la etiqueta de Rock Argentino» imagino que es lo primero que piensan los críticos a la hora de hablar de este grupo y de este larga duración. Barco son: Alejandro Álvarez (voz y guitarra), Francisco Álvarez (baterísta que reemplazó a Diego Luchini), Justo Scipioni (bajo) y Ramiro Cremona (teclados y sintetizadores).

Las letras del trabajo anterior fundaban sus raíces en tres ejes temáticos: El amor, la locura y la melancolía; tres tópicos fáciles de emparentar con la rima, que dieron como resultado estribillos pegadizos y para nada faltos de estirpe, donde cada palabra estaba más que pensada. En contraste, esta nueva placa contiene melodías más firmes que acompañan mejor a las letras, cada vez más reiterativas al mejor estilo brit: «Si no te quedó claro, acá va de nuevo». Queda en evidencia entonces la influencia de los ingleses de Hot Chip, pero también de los escoceses Franz Ferdinand, los canadienses Arcade Fire, y los neoyorquinos Lcd Soundsystem.


«Era es será» se registró en mayo de 2016 en los estudios MawiRoad y NN de Buenos Aires, y fue mezclado por Héctor Castillo (ingeniero que trabajó con Bowie, Cerati y Emma Horvilleur) y masterizado por Dave Mcnair (Beck, Bruce Springsteen, Maroon 5) en New York. Los nueve tracks de la obra navegan sobre la misma mística electropop, y las letras naufragan entre el amor, la espera y el deseo. Las mismas ayudan a que, escucha tras escucha, el disco tenga más peso específico propio.

En lo personal extraño «Antes del desmayo» porque por era un álbum corto y plagado de melodías pegadizas, y este disco es tan bueno y parejo que no tiene un potencial hit que sobresalga del resto de los tracks y que caiga de maduro que ese debe ser el corte de difusión, como si lo era «No lugar». Sin embargo «Era es será» suena más directo.

Para abandonar definitivamente la comparativa, es ineludible decir que el crecimiento grupal, musical y compositivo que tuvieron gracias a la gimnasia de estos tres años de shows, aparecen reflejados en el resultado final del disco. Hoy ya no son los mismos que abrieron uno de los recitales de Damon Albarn en el Teatro Gran Rex en 2014; ni tampoco los que participaron en los festivales de Cosquín, Córdoba, Baradero y Tucumán de 2015. El 2017 los encuentra como una banda amalgamada y con proyección, al punto que tuvieron que hacer gira por Centroamérica gracias a un sorpresivo éxito ecuatorial.

El potente «Buen Trato» abre el disco con reminiscencias a un enchufado Calamaro o a un inspirado Joaquín Levinton de Turf. «Bien ahora sí» tiene la mayor impronta de rock argentino del álbum, con arreglos vocales que nos reconectan con los tempranos 80s de efervescencia pop. «Eso es amor», como continuidad, coquetea con el Sueter de «Lluvia de Gallinas» y el Virus de «Superficies de Placer». Todo tiene un porqué: Alejandro Álvarez y su hermano menor Francisco son hijos de Jorge Álvarez, baterista de Suéter, la legendaria banda de Miguel Zavaleta. «Era es será» recupera la esencia británica, le da nombre al disco, y también le da el equilibro. «El recuerdo» es el tema naif necesario, emparentado a la música complaciente, que parte al disco en dos. «Especial XXI» es la balada tranqui, tan empalagosa como ineludible. «No te guardes nada» recupera el sonido vintage y vuelve a generar un pico en el sonido. En «Los dos en el taxi» Ale se luce emulando a Gustavo en Bocanada. «Perdona» cierra de la manera en que la placa se merece y tira todo por la ventana en los primeros tres minutos, para luego la calma encargarse de vaticinar el final.

En conclusión, esta nueva placa del Barco manifiesta un crecimiento exponencial para el grupo, un golpe de timón leve en su impronta, y una indudable certeza de que nos encontramos con una de las mejores agrupaciones del género. Ahora bien, si nos preguntamos «¿cuál es el género?», la respuesta es más difícil de atinar. El manifiesto o «declaración de principios» que se encuentra en el librito de la versión física, habla de la valoración del grupo por su propia banda, su propio estudio, y la ausencia de un productor externo, tres ingredientes que probablemente sean toda una marca de época.

by Javi Vidal

 

 

 

+ INFO
https://www.facebook.com/barcobanda
https://www.youtube.com/channel/UCrYxdaCb1v2P0LViNLOnjfQ
Twitter

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *