Como parte de un doblete, El Bordo se presentó en el Club Tucumán de Quilmes este viernes 23, en el primero de sus shows en el recinto sureño. El conjunto, que se encuentra de festejo por sus 20 años de trayectoria, presentó un setlist repartido entre clásicos y nuevos hits, frente a un público que copó el lugar. Además, se dieron el lujo de traer participantes estelares para la jornada.
Cerca de las 22 y sin bandas soporte, Ale Kurz (voz y guitarra); Migue Soifer (batería); Pablo Spivak (bajo); Diego Kurz (guitarra) y Leo Kohon (teclados y armónica) comenzaron con su actuación de la mano de canciones como Noche extraña; En la vereda; Háblame; Volando o Descerebrados. Desde el inicio, los espectadores se mostraron por demás enérgicos, algo que fue solo un adelanto de lo que iba a ser la velada. Con Te devoran, el vocalista invitó a la gente a acompañar con coros, con previo anuncio de que iba a haber muchos temas viejos.
La libertad y El olvido precedieron a quizás al momento más especial de la noche, cuando Martín El Mono Fabio, frontman de Kapanga y un ícono por estos pagos, se sumó al quinteto para interpretar uno de sus himnos, Silbando una ilusión. Una versión que hizo delirar a los fans y que reflejó también el cariño que hay entre los músicos.
Ya sin el gran invitado, siguieron con Lejos; Tipo nuevo; Instinto; El día no me avisó (una de las más cantadas); Metafísica suburbana (ya una pieza clave de El refugio, su más reciente placa) y ¿A dónde vas?. Minutos después, se dio la aparición en el escenario de un referente para los hermanos Kurz y compañía: Salvador Tiranti, cantante de La Covacha, otro símbolo de la zona, aportó lo suyo en La banda. Pero eso no fue todo: una bandera roja enorme se extendió sobre la totalidad del lugar, por debajo de la cual se vivía un clima más que ameno entre la gente, con pequeños pogos.
El final parecía inminente al sonar temas como Mal trago; Volviendo el sol (en un principio con un solitario Ale -con una remera de Nirvana y muy activo durante la presentación- y su guitarra, al que con el transcurrir de la letra se sumaron sus compañeros); Corazones olvidados (otro muy bien recibido éxito); Soñando despierto y Los perdidos (con los trapos del público que se movían al ritmo de otro todavía fresco track).
Sin embargo, El regreso marcó el cierre de un gran show (casi dos horas de duración), donde el El Bordo le dio un muy buen gusto a más de uno de los presentes en el Club Tucumán de Quilmes, pero no quiso dejarles el mal sabor de la ausencia y abrió la puerta a una nueva cita al día siguiente, para que no falte rock and roll.
by Alan Pomian
alan@musicasincomprimir.com.ar
Fotografía gentileza de Victoria Silva Fotografía
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