La lluvia y el cielo gris muchas veces afectan el ánimo y actuar de la gente, pero no parece ser lo mismo para Rodrigo Gómez. El pasado jueves 25 de julio, el líder de Proyecto Gómez Casa iluminó a Música Sin Comprimir con su conocimiento y forma de ver la música actual, en un día pasado por agua, amenizado por la recepción en su hogar del barrio porteño de Monte Castro. Mate de por medio, se prestó a charlar sobre el lanzamiento de Luz, su más reciente placa a presentarse el próximo 9 de agosto en Niceto Club, en el marco de sus 10 años de trayectoria con la banda.
“Es un show que involucra a toda la producción y eso hace que haya un montón de vectores a tener en cuenta. No solo de ensayar, sino de qué hay que mover, de qué lugar a otro, en qué minuto… Tratamos de que toda esa data circule en el proyecto, porque así es cómo crece y cómo aprende de un montón de disciplinas diferentes, porque accionamos en esa diversidad. Creo que la disciplina es una herramienta para llevar a cabo una idea y, entonces, lo más importante son las ideas, y cualquier idea puede llevarse a cualquier disciplina.”, explica el vocalista y baterista acerca de los preparativos para su próximo recital.
Para orientar a algunos despistados, la propuesta del grupo no solo se centra en lo auditivo, donde lo electrónico juega un papel crucial, sino que las performances y lo visual juegan un rol clave. Inclusive, el mismo frontman nos advirtió de que quienes asistan al recinto de Palermo lleguen bien temprano, porque si se pierden los primeros minutos ya no podrán seguir el hilo del resto de la actuación.
Si bien no señaló quienes estarán como invitados ese día, si se conoce quienes aportaron su grano en el reciente material: Ca7riel con su creciente trap, HTML con cuotas más oscuras, Sof Tot de Fémina (quienes conquistaron a Iggy Pop con su música) e incluso Lula Bertoldi de Eruca Sativa con toda su fuerza. Y como si fuera poco, anunció que en breve subirá “pastillitas” en redes sociales de algunas creaciones con el mismísimo Diego Capusotto, a quien acercó la sugerencia de generar contenido juntos, con lo que el cómico “se prendió fuego”.
“Es un discazo; veo los invitados y se me cae la mandíbula. Me parece de lo más moderno que hemos hecho, el audio está super cuidado, se suena que da calambre. Es una hermosa forma de decir que estamos acá, en 2019. Es nuestro primer álbum editado por un sello y eso es otro aprendizaje, porque crece el proyecto y por ende la estructura, sino se ahoga.”, confiesa el músico.
Llegar a una década no es poco (más allá de que un tiempo atrás existía Proyecto Gómez, que mutó a lo que es hoy) y Rodrigo da su punto de vista acerca de cómo vivió lo recorrido: “No son ni más, ni menos, que diez años de un grupo que no paró de hacer y que desde la primera presentación fue performático. Si yo lo veo de afuera, quisiera estar ahí; el balance es positivo por donde se lo mire. No estamos tanto viendo al pasado, sino que estamos haciendo un quilombo bárbaro ahora y tenemos mucho por delante.”.
Por último, en una especie de juego con el nombre de su cercana placa, el artista detalló qué cosas lo llenan de luz: “Sentirme parte de algo es una de las cosas que me levanta. El hecho de hacer arte también; no me recuerdo sin él, no sé donde estaría. Después, hay un montón de luces que uno fabrica, que uno las trabaja para que ocurran y están relacionadas a lo cotidiano. Creo que para ser feliz, hay que romperse el culo; me parece que a veces son más flashes, pero busco la forma de encontrarla. Siento que es algo muy propio esa necesidad, al igual que la oscuridad.”.
Escuchá la entrevista a Rodrigo Gómez, acá:
by Alan Pomian
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